El aumento de pecho es una de las cirugías más demandadas en nuestro país. Después de someterse a la intervención, se hacen una serie de revisiones para controlar que la paciente se encuentra en perfecto estado y que todo evoluciona con normalidad hasta que se le da el alta.

No obstante, se detectan casos de pacientes que se olvidan de acudir una vez al año a su doctor/a para realizarse un seguimiento anual de las prótesis y revisar su estado. 

Actualmente la seguridad de los implantes usados en los aumentos de pecho y las reconstrucciones mamarias está totalmente controlada. El material y las técnicas han mejorado tanto con los años que prácticamente no haría falta cambiarlas si no hay ningún problema aparente. Pero, aunque todo haya evolucionado favorablemente, una revisión al año nos evitará complicaciones.

Entre estas posibles complicaciones se encuentran la rotura de implantes, contractura capsular o encapsulamiento, principalmente. Esta última, es uno de las mayores preocupaciones que nos transmiten las pacientes. A veces, nuestro organismo reacciona ante otro cuerpo extraño formando una cápsula de tejido a su alrededor. Este tejido actúa como una cicatriz y puede llegar a contraer el implante creando un encapsulamiento. Para evitarlo acude a tu cirujano/a cada 12 meses.

Estas revisiones anuales se realizan mediante una ecografía. Tu salud es lo principal y esta prueba, indolora y rápida, una oportunidad para disfrutar de tu nueva imagen sin riesgos. Tómatelo como un tiempo para ti.